sábado, 29 de junio de 2013

Con todo a cuestas ( Serie El Beso ) - Claudio Tomassini Pinturas




























Técnica: Acrilico sobre Tela
Medidas: 120 cm x 80 cm

Caminante no hay camino

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.

Nunca persequí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...

Nunca perseguí la gloria.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...

Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...

Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...

Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso.
Antonio Machado 

viernes, 28 de junio de 2013

Pensando en vos (Serie El Beso) - Claudio Tomassini Pinturas









































Técnica: Acrilico sobre Tela
Medidas: 120 cm x 80 cm

Despedida

Entre mi amor y yo han de levantarse 
trescientas noches como trescientas paredes 
y el mar será una magia entre nosotros.

No habrá sino recuerdos.
Oh tardes merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo...
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tarde

Jorge Luis Borges  

Hermenegildo Bustos





























1907

En el pueblo de la Purísima Cocepción, en Guanajato (México) fallece el artista plástico mexicano Hermenegildo Bustos. Pintor autodidacta que tras desempeñar diversos oficios logró destacar en el arte siendo sus principales temas pictóricos, además del religioso, los retratos de persona, las pinturas costumbristas y los paisajes de su región.

(Guanajauto, 1832 - id., 1907) Pintor mexicano. Nevero de oficio, pintaba en sus ratos libres y toda su formación fue exclusivamente autodidacta. Aunque realizó algunas obras religiosas, la parte más extensa e importante de su obra se encuentra en los retratos, objetivos y de una gran fuerza psicológica.

A lo largo de su vida, Hermenegildo Bustos pintó cerca de cuatrocientos cuadros; de su obra, largo tiempo ignorada, destacan el Retrato de Vicenta de la Rosa de Reyes y el Retrato de Manuel Desiderio Rojas, ambos expuestos en el Museo Nacional de Arte de la Ciudad de México. Se le valora como extraordinario retratista, de dibujo preciso y con gran riqueza de detalles, próximo en ocasiones al arte de los miniaturistas.

Juan Bautista Justo






































Juan Bautista Justo, el destacado cirujano, precursor de las ideas de izquierda en Argentina y fundador del Partido Socialista, nació en el barrio de San Telmo en Buenos Aires, el 28 de junio de 1865. Su padre, don Felipe Justo, se dedicaba a las tareas agrícolas.

Al terminar Justo la escuela primaria, su madre, Aurora Castro, se opuso a que abandonara los estudios para colaborar con su padre y le brindó todo su apoyó para que ingresara en 1876 al Colegio Nacional de Buenos Aires y posteriormente a la carrera de medicina en 1882.

Mientras cursaba la carrera, ingresó a la redacción de La Prensa, donde escribió crónicas parlamentarias. Allí tomó contacto con el mundo político de la época y sus principales personajes.

En 1888, recibió su título de doctor en medicina con notas sobresalientes. Su tesis de graduación, que contó con la tutoría del doctor Ignacio Pirovano, se titulaba: "Aneurismas arteriales quirúrgicos" y fue calificada por el decano de la facultad de medicina, Dr. Avelino González, como "el estudio más acabado y perfecto que puede hacerse sobre el tema".

El doctor Justo era un gran investigador y un innovador. Introdujo en nuestro país las prácticas antisépticas en las operaciones quirúrgicas y el uso de la cocaína como anestésico. Por sus investigaciones, la Facultad de Medicina lo premió con la medalla de oro, y le otorgó, además, un viaje de estudios por las principales capitales europeas. Tenía apenas 23 años.

En 1890, regresó al país y fue designado jefe de sala del actual hospital Ramos Mejía y profesor de Clínica Quirúrgica en la Facultad de Medicina.

También en el convulsionado año 1890 se incorporó a las filas de la Unión Cívica, que preparaba su revolución contra el gobierno de Juárez Celman. Justo se oponía al uso de la fuerza. Propuso como método de lucha una huelga de contribuyentes y trabajadores. Prefería la resistencia civil no violenta y decidió intervenir en la Revolución del Parque sólo como médico.

Durante su estadía en Europa tomó contacto con las ideas socialistas, y pudo leer y concretar la primera traducción al castellano de El Capital de Carlos Marx, que se publicaría años mas tarde en Madrid. Por ese entonces comenzó a operarse en su conciencia un gran cambio. Así lo cuenta en una carta a un amigo: "Hubo una época en mi vida en que pasaba el día en el hospital con los enfermos, los lisiados, los inválidos, las víctimas variadas de la miseria, de la explotación. ¿Valía la pena empeñarse tanto en conservar esas vidas, fatalmente condenadas a un vil sufrimiento? Gradualmente comprendí que había mucho de estéril e indigno en mi tarea, que aquello tenía algo de fanático y unilateral. ¿No era más humano ocuparse de evitar en lo posible tanto sufrimiento y tanta degradación? Y pronto encontré en el movimiento obrero el ambiente propicio a mis nuevas y fervientes aspiraciones”.

Con este estímulo y sus convicciones por delante, en abril de 1894 fundó junto a un grupo de compañeros de ideas entre los que se contaban Augusto Kühn, Esteban Jiménez e Isidro Salomó, el periódico socialista La Vanguardia. Para afrontar los gastos vendió el coche que utilizaba en sus visitas de médico y empeñó la medalla de oro que le había otorgado la Facultad de Medicina. Justo escribía en el primer editorial de La Vanguardia: "hay que construir una alternativa política al pillaje y la plutocracia. Los Pereyra, los Unzué, los Udaondo, tan ricos que no tendrían por qué robar, son hoy los preferidos para los altos puestos públicos por los otros ricos, cuya única aspiración política es que sus vacas y ovejas se multipliquen sin tropiezos”.

En 1895, viajó a los Estados Unidos. A su regreso publicará dieciocho notas en La Vanguardia referidas a sus impresiones sobre el país del norte. En la primera de ellas dice que "es en Norteamérica donde el capitalismo se desarrolla hoy más grande y más libre. Es aquí pues donde conviene estudiar su evolución”.

El periódico La Vanguardia se había transformado en el ámbito natural de reunión de los socialistas de Buenos Aires. Fue creciendo la necesidad de crear un partido propio que expresara estas ideas y las llevara a la práctica. Así nació en 1896, bajo la inspiración de Justo, el Partido Socialista, que proclamaba en su carta orgánica: "El Partido Socialista es ante todo el partido de los trabajadores, de los proletarios, de los que no tienen más que la fuerza de su trabajo; las puertas del partido están, sin embargo, abiertas para los individuos de otras clases que quisieran entrar, subordinando sus intereses a los de la clase proletaria. Lo que es importante es patentizar nuestra independencia de todo interés capitalista o pequeño burgués".

Justo jamás se definió como marxista. Decía en una conferencia años más tarde: "Necesitamos y debemos saber más que Marx en materia histórica y social. Marx nunca fue marxista. Era demasiado genial para suponerse fundador de una nueva doctrina que habría de llamarse marxismo, como se llama cristianismo al sistema de instituciones eclesiásticas que provienen o dicen provenir de Cristo".

Justo adhería a la corriente socialista iniciada por Eduardo Bernstein conocida como "revisionista", ya que se proponía revisar las ideas de Marx y Engels a la luz a los acontecimientos posteriores a la publicación de los libros básicos de los padres del socialismo científico. Estas ideas de Justo se asemejaban a las de una de las figuras más notable del socialismo de la época, Jean Jaures -con quien tomó contacto en Copenhague en 1910 durante un congreso socialista y a quien invitó a viajar a Buenos Aires-. Jaures se oponía a la acción violenta y proponía la organización metódica y legal de sus propias fuerzas bajo la ley de la democracia parlamentaria y el sufragio universal. Decía textualmente: "No es por el hundimiento de la burguesía capitalista sino por el crecimiento del proletariado por lo que el orden socialista se implementará gradualmente en nuestra sociedad".

El debut político del Partido Socialista no fue muy auspicioso. Ocurrió en ocasión de las elecciones legislativas del 8 de marzo de 1896. El primer candidato a diputado fue el propio Justo y obtuvo 138 votos. Como comentara algún socialista de entonces, "ni siquiera nos votaron todos nuestros parientes”.

En 1899, Justo se casa con Mariana Chertkoff, una joven inmigrante rusa de origen judío. La pareja se instala en Junín, donde residirá hasta 1904. Ese año será muy importante para el Partido Socialista. Será electo por el barrio de La Boca el primer diputado socialista de toda América, el doctor Alfredo Palacios. Este hecho y la designación de Justo como profesor titular en la Facultad de Medicina de Buenos Aires, provocan el traslado de la familia a dicha ciudad.

En 1905, funda junto a otros once compañeros del Partido la Cooperativa de consumo crédito y vivienda "El Hogar Obrero".

El año 1909 estará signado por la lucha obrera, huelgas de los anarquistas, actos socialistas y la represión del Estado reflejada en la matanza de obreros en la Plaza Lorea el 1º de mayo. Tanto los socialistas como los anarquistas repudian el hecho y declaran la huelga general, solicitando la renuncia del Jefe de Policía de la Capital, coronel Ramón Lorenzo Falcón. El gobierno de Alcorta hace caso omiso a los pedidos obreros y confirma a Falcón en su cargo. Pocos meses después Falcón morirá en un atentado perpetrado por el joven anarquista ruso Simón Radowitzky. En ese año tan particular, Justo, que había repudiado la represión policial declarando: "Este es un país civilizado con un gobierno bárbaro", publicará su obra más destacada: Teoría y Práctica de la Historia. Jean Jaurés en ocasión de su visita a Buenos Aires, tomó contacto con el texto y se lo llevó a París para publicarlo en Europa.

Justo nunca hablaba de su vida privada y sólo una vez lo hizo por escrito en su columna del diario La Nación definiéndose así: "Soy el más vulgar de los hombres. Si alguno de los héroes de Cervantes figura entre mis antepasados, es seguramente Sancho. Me gustan las mujeres hermosas, pero menos para cantar la belleza de sus formas, que porque prometen una prole sana y vivaz".

1912 fue un año muy particular para Justo. Muere su esposa Mariana dando a luz al séptimo hijo de la pareja. Profundamente afectado el líder socialista se mudará a una casona del Barrio de Belgrano donde su madre, doña Aurora, se encargará de la crianza de sus hijos. En ese año 1912, en el marco de la limpieza electoral impuesta por la Ley Sáenz Peña, es electo diputado nacional. En el parlamento se destacará como orador y por la cantidad de proyectos presentados, casi todos ellos vinculados a los derechos de los trabajadores.

Mientras tanto en Santa Fe se produce la revuelta de los chacareros de la pampa gringa que protestan por los altos precios de los arrendamientos rurales y los altos intereses que les cobran los bancos por los créditos que solicitan para producir. La protesta pasará a la historia como el "Grito de Alcorta", en referencia a la localidad santafecina que fue epicentro de los acontecimientos y primera sede de la recién fundada Federación Agraria Argentina. En uno de los actos más multitudinarios del grito de Alcorta, Juan B. Justo participa como orador y dice entre otras cosas: "Sólo el Partido Socialista ha tenido hasta ahora algo que decir sobre la política agraria. El Partido Radical calla por completo a este respecto, limitándose a sus promesas de honradez y de moral. Un partido puede ser tan bueno como infecundo en la vaguedad de sus intenciones”.

En un famoso debate en 1913 con el futuro dictador José Félix Uriburu, por entonces diputado conservador por Salta, dirá: "Desde que tengo memoria he oído hablar de los partidos argentinos como de grupos que se decían de gente decente. Los socialistas hemos introducido en la política nacional esta novedad: no somos el partido de la gente decente; somos el partido de los trabajadores".

A lo largo de los años la perseverancia y la conducta coherente de Justo habían logrado la incorporación de valiosas figuras al socialismo como Nicolás Repetto, Augusto Bunge, José Ingenieros, Leopoldo Lugones, los hermanos Enrique y Adolfo Dickman, Alfredo Palacios y Mario Bravo.

El Partido Socialista obtendrá a partir de 1912 triunfos electorales sucesivos, superando en varias ocasiones al radicalismo. En 1913 logró su primera banca en el senado en la figura de Enrique del Valle Iberlucea.

En mayo de 1916, mientras salía del local de La Vanguardia junto a su amigo y compañero, el doctor Enrique Dickman, un desconocido se le acercó y le disparó un tiro. El disparo impactó gravemente en una de sus piernas. Con la herida todavía abierta y, tras recibir las primeras curaciones, se presenta en el Congreso y participa en el debate del día.

En 1918, frente a las protestas de los estudiantes de Córdoba que piden una profunda reforma universitaria, el Dr. Justo apoyará sus reclamos desde el parlamento.

Los graves hechos conocidos como la Semana Trágica de 1919, encuentran en Justo una vibrante condena y el pedido de investigación para los responsables de la represión policial y parapolicial. En ese mismo año viaja a Europa para participar de las reuniones de la Segunda Internacional en Berna y Ámsterdam como representante de todo el socialismo sudamericano. A su regreso, dicta tres conferencias sobre la Revolución Rusa que publica en un volumen bajo el título El momento actual del Socialismo, donde condena los métodos de los bolcheviques y llega a la conclusión que el modelo soviético no es viable para la Argentina.

En 1920, Justo se casa con la joven doctora Alicia Moreau -hija de refugiados franceses de la Comuna de París- veinte años menor que él, con quien tendrá otros tres hijos y compartirá su pasión por el socialismo y su interés por los temas médicos.

En las elecciones de 1924, a las que el radicalismo concurre dividido entre los personalistas, partidarios de Yrigoyen, y los antipersonalistas, partidarios del entonces presidente Marcelo T. de Alvear, Justo, a los 59 años, resultó electo senador por la capital. Uno de sus primeros proyectos fue el que solicitaba la separación de la Iglesia y el Estado, desatando una fuerte polémica con las bancadas radical y conservadora que se opusieron a que fuera considerado sobre tablas. Para 1926 el Partido Socialista contará con una bancada de 26 diputados nacionales y dos senadores.

El 23 de enero de 1927, Justo pudo ver cumplido uno de sus grandes sueños: inaugura la Casa del Pueblo, con su gran biblioteca, su salón de conferencias y sus aulas nocturnas dedicadas a la enseñanza de los obreros. Sería una de sus últimas alegrías, casi exactamente un año después, el 8 de enero de 1928, mientras pasaba una temporada de vacaciones en compañía de su esposa Alicia y sus hijos, en su quinta de Los Cardales, Juan B. Justo moría de un síncope cardíaco.

jueves, 27 de junio de 2013

Pensando en vos (Serie El Beso) - Claudio Tomassini Pinturas







































Técnica: Acrilico sobre Tela
Medidas: 120 cm x 80 cm


Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta
a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas,
pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo se, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la
espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
Fragmento del Poema "El Amenazado" del libro "El oro de los Tigres" de Jorge Luis Borges 

Enrique Policastro






















1971

Deja de existir el pintor Enrique Policastro
Fallece uno de los más importantes pintores argentinos, dueño de una paleta muy rica en matices y una pincelada de vigorosos empastes, su temática aborda incesantemente el paisaje de la llanura pampeana y los personajes de pueblo.
Es un pintor autodidacta, que frecuenta los talleres del pintor y arquitecto Alejandro Christophersen, y del pintor Vila y Prades. Desde 1918 expone en muestras colectivas e individuales. En sus inicios, los temas son los suburbios de Buenos Aires y sus gentes, pero luego se advierte un cambio, cuando comienza a representar en sus obras ámbitos melancólicos donde se observan ranchos oscuros, mujeres, niños y una luz sombría. Emplea durante este período colores pardos, ocres y grises, reemplazándolos luego por otros vivaces y luminosos.

miércoles, 26 de junio de 2013

martes, 25 de junio de 2013

Pensando en vos (Serie El Beso) - Claudio Tomassini Pinturas










Técnica: Acrilico sobre Tela
Medidas: 120 cm x 80 cm

Una despedida

Tarde que socavó nuestro adiós.

Tarde acerada y deleitosa y monstruosa como un ángel oscuro.
Tarde cuando vivieron nuestros labios en la desnuda intimidad de los besos.

El tiempo inevitable se desbordaba sobre el abrazo inútil.
Prodigábamos pasión juntamente, no para nosotros sino para la soledad ya inmediata.

Nos rechazó la luz; la noche había llegado con urgencia.
Fuimos hasta la verja en esa gravedad de la sombra que ya el lucero alivia.

Como quien vuelve de un perdido prado yo volví de tu abrazo.
Como quien vuelve de un país de espadas yo volví de tus lágrimas.

Tarde que dura vívida como un sueño
entre las otras tardes.

Después yo fui alcanzando y rebasando
noches y singladuras.

Jorge Luis Borges
Luna de enfrente (1925)  

George Orwell Un Gran Hermano





























1903 

En Motihari, en la India Británica, nace George Orwell, seudónimo de Eric Arthur Blair, escritor y periodista británico, que escribirá, entre otros, "Rebelión en la granja" en 1945, fábula alegórica que condenará la sociedad totalitaria. En ella hará antiestalinismo por la degeneración y el destino seguido por la revolución rusa. Asímismo, en 1949, escribirá la novela "1984", obra maestra de la literatura antitotalitaria, en la que describirá una aterradora descripción de la sociedad de la información que vive bajo la vigilancia constante del "Gran Hermano". Será su forma de protestar contra el poder de las oligarquías que actúan en nombre de valores liberales e igualitarios, usando toda la fuerza que les brinda su autoridad con absoluta crueldad e impunidad. 
George Orwell, seudónimo de Eric Arthur Blair (Motihari, Raj Británico, 25 de junio de 19031 – Londres, Reino Unido, 21 de enero de 1950), fue un escritor y periodista británico, cuya obra lleva la marca de las experiencias personales vividas por el autor en tres etapas de su vida: su posición en contra del imperialismo británico que lo llevó al compromiso como representante de las fuerzas del orden colonial en Birmania durante su juventud; a favor de la justicia social, después de haber observado y sufrido las condiciones de vida de las clases sociales de los trabajadores de Londres y París; en contra de los totalitarismos nazi y stalinista tras su participación en la Guerra Civil Española.
Orwell es uno de los ensayistas en lengua inglesa más destacados del siglo XX, y más conocido por dos novelas críticas con el totalitarismo: Rebelión en la granja y 1984 (la cual escribió y publicó en sus últimos años de vida).
Testigo de su época, Orwell es, en los años treinta y cuarenta, cronista, crítico de literatura y novelista. De su producción variada, las dos obras que tuvieron un éxito más duradero fueron dos textos publicados después de la Segunda Guerra Mundial: Rebelión en la granja y, sobre todo 1984, novela en la que crea el concepto de «Gran Hermano» que desde entonces pasó al lenguaje común de la crítica de las técnicas modernas de vigilancia.
El adjetivo «orwelliano» es frecuentemente utilizado en referencia al distópico universo totalitarista imaginado por el escritor inglés.
George Orwell: 

«En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario»

lunes, 24 de junio de 2013

Ernesto Sábato


























ERNESTO SABATO


1911 - Nace en Rojas, un pueblo de unos 5000 habitantes en la Provincia de Buenos Aires, fruto de la unión entre Juana María Ferrari y Francisco Sabato. Fue el décimo de once hijos.

1924 - Cursa la escuela primaria en Rojas y, los estudios secundarios, en el Colegio Nacional de La Plata.

1928 - Egresa del secundario con el título de bachiller. 

1929 - Ingresa a la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad de La Plata. Allí recibe la enseñanza de ilustres profesores (alguno de ellos, premio Nobel de medicina).

1933 - Es elegido Secretario General de la Juventud Comunista. Comienza a dictar cursos libres de marxismo-comunismo. Allí conoce a Matilde Kusminsky Richter, una estudiante de 17 años que abandona la casa de sus padres para vivir con él. 

1934 - Viaja a Bruselas como delegado del Partido Comunista. Llega al 'Congreso contra el Fascismo y la Guerra'. Debido a los inconvenientes reinantes en Moscú (su siguiente destino), decide abandonar el Congreso y huir a París. Escribe su primera novela, La fuente muda, que más tarde sería publicada parcialmente en la revista "Sur".

1936 - Regresa a Buenos Aires y contrae matrimonio con Matilde, su mayor sostén en los momentos de abatimiento, pesimismo y desesperanza.

1938 - Obtiene su Doctorado en Física en la Universidad de La Plata y, a instancias de Bernardo Houssay, le es concedida una beca anual para realizar trabajos de investigación sobre radiaciones atómicas en el Laboratorio Curie de París. Nace su hijo Jorge Federico.

1939 - Abandona París antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, dado que la beca es transferida al Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde trabaja en rayos cósmicos. Su estadía en Francia le permite contactarse con el grupo de surrealistas. Así comienza a inclinarse lentamente hacia una postura crítica de la realidad del ser humano, adentrándose en las zonas más oscuras de la conciencia. A partir de entonces, el contacto con el surrealismo significa para él una experiencia transcendente: le permite vivenciar los territorios más oscuros del arte, apoyándose en el lenguaje del inconsciente y en los métodos del psicoanálisis.

1940 - Retorna a la Argentina para enseñar en la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad de La Plata y en el Instituto del Profesorado Secundario de Buenos Aires. Publica en la revista "Teseo" un artículo sobre "La invención de Morel", novela de Adolfo Bioy Casares. 

1941 - Comienza a colaborar con la revista "Sur" y traba amistad con algunos de sus miembros, entre ellos, Jorge Luis Borges, las hermanas Victoria y Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares. Estos contactos trocan su deseo vocacional hacia el campo de la literatura. 

1943 - Comienza a escribir su libro de ensayos, Uno y el Universo. Allí demuestra sus inquietudes y su crisis (a fines de la Segunda Guerra Mundial), que lo llevan a perder la fe en la ciencia y a preocuparse por cuestiones filosóficas. 

1945 - Nace su segundo hijo, Mario. Se doctora en Física pero decide abandonar definitivamente la ciencia para dedicarse a las letras y a la pintura. Se publica Uno y el Universo. Le es otorgado el Primer Premio de la Municipalidad de Buenos Aires y el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE). 

1947 - Le ofrecen un puesto en la UNESCO. Sabato vuelve a París, pero rompe el contrato al cabo de dos meses. Viaja por Italia y Suiza, bosqueja una primera versión de El túnel y regresa a Argentina.

1948 - Se publica su primera novela, El túnel, sobre un pintor atormentado por un crimen que cometió. La construcción psicológica de los personajes y su depurada narrativa lo llevan a alcanzar un repentino prestigio.

1950 - Se edita El Túnel en Estados Unidos. 

1951 - El túnel es traducido al italiano, al alemán y al japonés. En Buenos Aires se edita Hombres y engranajes. 

1952 - Se realiza una adaptación cinematográfica de El túnel, a cargo del cineasta León Klimovsky. 

1953 - Se publica Heterodoxia, su nuevo libro de ensayos. 

1956 - Publica dos escritos relacionados con los acontecimientos de la época: El otro rostro del peronismo y El caso Sabato. El túnel se publica en París.

1958 - Es nombrado director general de Relaciones Culturales en el Ministerio de Relaciones Exteriores, cargo que ocupará por menos de un año.

1961 - Se publica Sobre héroes y tumbas, donde Sabato narra la historia de un amor entre dos jóvenes psicológicamente opuestos e inmersos en un contexto histórico revisionista. 

1963 - Se publica El escritor y sus fantasmas. 

1965 - En Italia se edita Sobre héroes y tumbas. En Estados Unidos se reedita El túnel. 

1967 - Su obra Sobre héroes y tumbas es traducida al francés y al alemán.

1974 - Se publica Abaddón el exterminador, que presenta una realidad argentina apocalíptica a través de simbolizaciones de hechos y hombres del país. Obtiene el Gran Premio de la SADE y es nombrado, en Francia, Caballero de las Artes y las Letras. 

1975 - Recibe el Premio de Consagración Nacional de la Argentina. 

1976 - Abbadón el exterminador es premiada en París como la mejor novela extranjera.

1977 - Recibe en Italia el Premio Medici. 

1978 - Recibe en España la Gran Cruz al Mérito Civil. 

1979 - Recibe el nombramiento de Caballero de la Legión de Honor de Francia 'Ernesto Sabato'. En Barcelona se publica Apologías y rechazos.

1983 - El gobierno lo designa presidente de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP). La Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires lo nombra 'Ciudadano Ilustre'. Colombia lo distingue con la orden de Boyacá. La Organización de Estados Americanos (OEA) le otorga el premio 'Gabriela Mistral'. 

1986 - Se realiza en Estados Unidos un homenaje organizado por la Biblioteca del Congreso. Recibe la cruz de Gran Oficial de la República Federal de Alemania. 

1987 - Es distinguido en Francia como Comandante de la Legión de Honor. 

1989 - Recibe en Israel el Premio Jerusalen. Recibe el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Murcia, España.

1991 - Recibe el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Rosario, Argentina.

1993 - Comienza a escribir Antes del fin, libro al que considera su testamento literario. 

1995 - Recibe el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Torino, Italia. Dicta conferencias sobre su obra en las universidades de Harvard, Yale, Columbia, Berkley, Roma, Florencia, Pavia, Salamanca, Madrid y Barcelona. Muere su hijo Jorge en un accidente automovilístico. 

1998 - Se publica en Buenos Aires un libro de reflexiones y memorias, Antes del fin, donde su típica actitud pesimista deja lugar a una ventana de esperanza.

2000 - El diario Clarín publica La resistencia por Internet, que posteriormente se edita como libro. Allí se lee una extraña concesión a su concepción filosófica del hombre y la globalización. 
Pasa sus últimos años en su hogar de Santos Lugares, provincia de Buenos Aires, donde se dedica exclusivamente a la pintura, puesto que, por prescripción médica, se le prohíbe escribir y leer.

2011 - Fallece el 30 de abril en Santos Lugares por una neumonía, el mismo día de la celebración de la Ciudad de Buenos Aires como Capital Mundial del Libro 2011 y 55 días antes de cumplir 100 años. 



A veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren, y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil. Seria eso, verdaderamente? toda nuestra vida seria una serie de gritos anónimos en un desierto de astros indiferentes?.

Héroes y Tumbas

Tal vez a nuestra muerte el alma emigre:
a una hormiga,
a un árbol,
a un tigre de bengala;
mientras nuestro cuerpo se disgrega
entre gusanos
y se filtra en la tierra sin memoria,
para ascender luego por los tallos y las hojas,
y convertirse en heliotropo o yuyo,
y después en alimento del ganado,
y así en sangre anónima y zoológica,
en esqueleto,
en excremento.

Tal vez le toque un destino más horrendo
en el cuerpo de un niño
que un día hará poemas o novelas,
y que en sus oscuras angustias
(sin saberlo)
purgara sus antiguos pecados de guerrero o criminal,
o revivirá pavores,
el temor de una gacela,
la asquerosa fealdad de comadreja,
su turbia condición de feto, cíclope o lagarto,
su fama de prostituta o pitonisa,
sus remotas soledades,
sus olvidadas cobardías y traiciones.

http://www.me.gov.ar/efeme/sabato/index.html

Carlos Gardel







































1935

Muere Carlos Gardel, "El Morocho del Abasto".
Máximo intérprete de la canción popular rioplatense, actor y compositor, fue creador junto a su amigo y representante Alfredo Le Pera de tangos emblemáticos como "Melodía de arrabal", "Amores de estudiante", "Golondrinas", "Mi Buenos Aires querido", "Volver", "Cuesta abajo", "Por una cabeza", "Lejana tierra mía", etc., realizando 957 grabaciones discográficas de 792 temas diferentes.
Descolló en el cine, medio gracias al que adquirió una enorme repercusión internacional. Entre sus films merecen recordarse "Las luces de Buenos Aires", "Tango bar", "Melodía de arrabal", "Cuesta abajo", "El día que me quieras".
Una absurda polémica divide a los estudiosos del tango entre quienes sostienen que habría nacido en Tolousse, Francia, el 11 de diciembre de 1890, y los que afirman que sería oriundo de la localidad uruguaya de Tacuarembó, imprecisamente entre 1883 y 1887, una disputa que carece de la menor importancia. 

sábado, 22 de junio de 2013

Pensando en Vos (Serie el Beso) - Claudio Tomassini Pinturas




























Técnica: Acrilico sobre Tela
Medidas: 120 cm x 80 cm


ESPERA 
Oliverio Girondo 


Esperaba, 
esperaba
y todavía
y siempre
esperando,
esperando
con todas las arterias,
con el sacro,
el cansancio,
la esperanza,
la médula;
distendido,
exaltado,
apurando la espera,
por vocación,
por vicio,
sin desmayo,
ni tregua.

Para qué extenuarme en alumbrar recuerdos
que son pura ceniza?
Por muy lejos que mire:
la espera es ya conmigo,
y yo estoy con la espera...
escuchando sus ecos,
asomado al paisaje de sus falsas ventanas,
descendiendo sus huecas escaleras de herrumbre,
ante sus chimeneas,
sus muros desolados,
sus rítmicas goteras,
esperando,
esperando,
entregando a esa espera
interminable,
absurda,
voraz,
desesperada.

Sólo yo...
Sí!
yo sólo
sé hasta dónde he esperado,
qué ráfagas de espera arrasaron mis nervios;
con qué ardor,
y qué fiebre
esperé
esperaba,
cada vez con más ansias
de esperar y de espera.

Ah! el hartazgo y el hambre de seguir esperando,
de no apartar un gesto de esa espera insaciable,
de vivirla en mis venas,
y respirar en ella
la realidad,
el sueño,
el olvido,
el recuerdo;
sin importarme nada,
no saber qué esperaba:
siempre haberlo ignorado!
cada vez más resuelto a prolongar la espera,
y a esperar,
y esperar,
y seguir esperando
con tal de no acercarme
a la aridez inerte,
a la desesperanza
de no esperar ya nada;
de no poder, siquiera,
continuar esperando. 

viernes, 21 de junio de 2013

Victor Hugo


VICTOR HUGO


1885


Fallece en París (Francia) el escritor romántico francés Víctor Hugo. (Hace 128 años)

(Besançon, Francia, 1802 - París, 1885) Escritor francés. La infancia de Victor Hugo transcurrió en Besançon, salvo dos años (1811-1812) en que residió con su familia en Madrid, donde su padre había sido nombrado comandante general. De temprana vocación literaria, ya en 1816 escribió en un cuaderno escolar: «Quiero ser Chateaubriand o nada».

En 1819 destacó en los Juegos Florales de Toulouse y fundó el Conservateur littéraire, junto con sus hermanos Abel y Eugène, pero su verdadera introducción en el mundo literario se produjo en 1822, con su primera obra poética: Odas y poesías diversas. En el prefacio de su drama Cromwell (1827) proclamó el principio de la «libertad en el arte», y definió su tiempo a partir del conflicto entre la tendencia espiritual y el apresamiento en lo carnal del hombre.

Victor Hugo en 1827

Pronto considerado como el jefe de filas del Romanticismo, el virtuosismo de Victor Hugo se puso de manifiesto en Las Orientales (1829), que satisfizo el gusto de sus contemporáneos por el exotismo oriental. La censura de Marion Delorme retrasó su aparición en la escena teatral hasta el estreno de Hernani (1830), obra maestra que triunfó en la Comédie Française.

En 1830 inició una fase de singular fecundidad literaria, en la cual destacaron, además de distintos libros de poesía, su primera gran novela, Nuestra Señora de París, y el drama Ruy Blas. En 1841 ingresó en la Academia Francesa pero, desanimado por el rotundo fracaso de Los burgraves, abandonó el teatro en 1843. La muerte de su hija Léopoldine, acaecida mientras él estaba de viaje, sumada al desengaño por la traición de su esposa con su amigo Sainte-Beuve, lo sumieron en una honda crisis.

Entregado a una actividad política cada vez más intensa, Victor Hugo fue nombrado par de Francia en 1845. Pese a presentarse a las elecciones de 1848 en apoyo de la candidatura de Luis Napoleón Bonaparte, sus discursos sobre la miseria, los asuntos de Roma y la ley Falloux anticiparon su ruptura con el Partido Conservador. El 17 de julio de 1851 denunció las ambiciones dictatoriales de Luis Napoleón y, tras el golpe de Estado, huyó a Bélgica. Si bien es cierto que no publicó ninguna obra entre 1843 y 1851, concibió su novela Los miserables y compuso numerosos poemas que aparecieron posteriormente.

En 1852 se instaló, con su familia, en Jersey (Reino Unido), de donde pasó en 1856 a Guernesey. Allí permaneció, en su propiedad de Hauteville-House, hasta 1870. Republicano convencido, denunció sin tregua los vicios del régimen conservador de su país y en 1859 rechazó la amnistía que le ofrecía Napoleón III.


De este exilio de veinte años nacieron Los castigos, brillante sarta de poesías satíricas, la trilogía de El fin de Satán, Dios y La leyenda de los siglos, ejemplo de poesía filosófica, en la que traza el camino de la humanidad hacia la verdad y el bien desde la época bíblica hasta su tiempo, y su novela Los miserables, denuncia de la situación de las clases más humildes.

De vuelta a París, tras la caída de Napoleón III (1870), Victor Hugo fue aclamado públicamente y elegido diputado. Fue derrotado en los comicios siguientes, pero en 1876 obtuvo el escaño de senador de París, posición desde la que defendió la amnistía de los partidarios de la Comuna. Sin embargo, desengañado por la política, regresó a Hauteville-House (1872-1873).

El ritmo de su producción disminuía, pero su prestigio se acrecentaba sin cesar: un banquete conmemoró el quincuagésimo aniversario de Hernani; en 1881, su cumpleaños fue celebrado oficialmente y los senadores, en la tribuna, se levantaron sin excepción en su honor. A su muerte, el gobierno francés decretó un día de luto nacional y sus restos fueron trasladados al Panteón. Considerado como uno de los mayores poetas franceses, su influencia posterior sobre Baudelaire, Rimbaud e incluso Mallarmé y los surrealistas es innegable.

A una mujer

¡Niña!, si yo fuera rey daría mi reino,
mi trono, mi cetro y mi pueblo arrodillado,
mi corona de oro, mis piscinas de pórfido,
y mis flotas, para las que no bastaría el mar,
por una mirada tuya.

Si yo fuera Dios, la tierra y las olas,
los ángeles, los demonios sujetos a mi ley.
Y el profundo caos de profunda entraña,
la eternidad, el espacio, los cielos, los mundos
¡daría por un beso tuyo!




jueves, 20 de junio de 2013

Día de la Bandera
































































Canción a la Bandera
(De la Ópera Aurora)

Alta en el cielo un águila guerrera,
audaz se eleva en vuelo triunfal,
azul un ala del color del cielo,
azul un ala del color del mar.

Así en la alta aurora irradial,
punta de flecha el áureo rostro imita
y forma estela al purpurado cuello,
el ala es paño, el águila es bandera.

Es la bandera de la patria mía
del sol nacida que me ha dado Dios;
es la bandera de la patria mia,
del sol nacida, que me ha dado Dios;
es la bandera de la patria mía,
del sol nacida que me ha dado Dios.

Letra: H.C.Quesada y L. Illica
Música: Héctor Panizz


1820

En la ciudad de Buenos Aires (actual Argentina) asolada por la guerra civil, fallece de hidropesía y en la pobreza extrema Manuel Belgrano, creador de la bandera nacional Argentina y uno de los más notables economistas, además de precursor del periodismo nacional e impulsor de la educación popular, la industria nacional y la justicia social. (Hace 193 años)


Mucho me falta para ser un verdadero padre de la Patria. Me contentaría con ser un buen hijo de ella.

Manuel Belgrano

http://www.me.gov.ar/efeme/20dejunio/

Olga Orozco






















20 de Junio 1998


La poeta Olga Orozco gana el Premio de Literatura Latinoamericana.
La fundación Juan Rulfo otorga a la poeta argentina Olga Orozco el VIII Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe por considerarla "una de las voces más originales de la literatura de la lengua española de la segunda mitad del siglo"

Por mucho que nos duela

¿Y ahora dónde estás,
expulsada de todos los paraísos de este mundo,
sin haber encontrado tu lugar ni en el bosque de la cigarra ni en la torre de la hormiga,
y ni siquiera en un páramo de soledad que se amoldara como un hecho resignado a tu cuerpo,
como una almohada de renunciamiento a tu cabeza?
Ya habrás cruzado lúcida, con tus ojos de lámpara votiva,
ese punto de fuga del que hablabas,
donde empieza a invertirse la distancia y a ensancharse la tierra de la promisión.
Ahora, cuando podrías enseñarme todos los subterfugios del camino,
simularás sin duda no saberlos para exaltar las orgullosas tentativas de mis pies
y erigirme un sitial de reina en mis errores,
igual que de este lado.
¡Hemos andado juntas tantos años palpando las costuras que nos unieron a este trama!
Tú cortaste los nudos y soltaste de un golpe todas las puntadas,
con ese mismo exceso con que repartías tu pan y te precipitabas en el abismo y en la hoguera
-sí, el desmedido amor, la pasión desmedida,
la desmedida inercia frente al rito vampiro de la fatalidad-.
Te arrancaste tu bolsa de intemperies, tu ropaje de huesos,
el puñado de grises piedrecitas adheridas al último pliegue del destino,
la mordaza de arena,
y huíste por las vertiginosas galerías sin otro sol que tu alma
ni más abrigo que dos o tres nombres apretujados contra tu desnudez
igual que relicarios.
¿Y no podremos ya entreabrir otra vez los bordes de las sombras
como los de una brecha por donde vida y muerte intercambian piadosas sus rehenes
en forma de fantasmas?
¿Alguna vez podríamos tomarnos de la mano,
cuando estemos muy solas,
cuando el pavor recubra con pelambre de tigre todas las ventanas?
Mi mano, al encuentro de la tuya, no recibe respuesta,
como si resbalara por la desnuda y ciega superficie de un espejo que borra.
Mis ojos sólo registran el ardor de una inmersión sin fin en el vacío inexorable.
Mis palabras son como vidrios transparentes trizados contra el muro.
¿Puede ser que no vengas, tú, que siempre acudías antes de ser llamada,
tú, que te adelantabas como un atajo a la necesidad
y que volabas como un pájaro blanco atraído por el sahumerio de un deseo?
¿Puede ser, mensajera de los desayunos, vigía en la epidemia y la tormenta?
Quizás te hayas confundido otra vez el lugar y las horas
y antes como viajera perdida nuevamente entre dunas errantes y encrucijadas circulares,
con ese aire confuso de los que no se sienten esperados,
de los que van hacia ninguna parte.
Acaso te detengas en esos sitios como catedrales en los que resonó tu voz de Piaf,
ese grito subiendo en borbotones desde el amor herido hasta la desagarrada garganta el perdón:
o en esas habitaciones miserables que aspiraban tu vida en un negro bostezo
y te arrojaban al azar y al desorden como a dos ventisqueros;
o junto a esas mesas en las que bebías tu alcohol a grandes llamaradas,
no para ver el mundo a través de una fiesta, sino para quemarle la pial al infortunio;
o en ese altillo donde me dejaste un árbol de alucinada Navidad
como un angel posado para siempre sobre cualquier rincón inhóspito del año;
o allá mucho más lejos, en casas que hoy son nubes,
donde podías extraer la dicha de un perfume, una cabeza de una piedra,
cuando aún no tenías esa doble visión de los que perfeccionan el fracaso como un huecograbado,
cuando aún no asfixiabas con rejas los retratos,
cuando te arrebujabas en el porvenir bajo el manto de Donatello y Miguel Ángel,
y aún era temprano.
¿Y estarás ajustando más las cuentas,
borroneando tu torturada biografía con tachaduras que son un signo menos?
¿O te retienen por un ala desde arriba,
mientras pugnas por desasirte con esos tormentosos aleteos,
con esa fuerza de bestezuela exasperada con que te resistías a las jaulas de cualquier ordenanza,
acumulando sólo lastimaduras y castigos, con extraña paciencia?
¿O aún no has logrado entrar y no puedes adelantarte a la salida?
No puedo suponer que estás sentada en tu silla de Van Gogh haciendo otra durísima antesala,
repasando los agujeros de tu historia en busca de las llaves,
como si no estuvieran estampadas con fuego en tus dos manos,
como si fueran necesarias;
o que esperas entre celestes agapantos soñando que te despiertas en el alba harapienta,
de cara a la pared,
donde había una puerta que acaban de tapiar y una cortina que se desvanece,
y giras la cabeza y no aciertas a distinguir tus pobres pertenencias,
la exigua certidumbre que te amparaba cada día.
No puedo soportar que veles suspendida de un reflejo, acorralada en lo imposible.
Soy yo quien anda a tientas sin hallar la consigna,
o quien fragua visiones con el humo que exhalan sus propias pesadillas.
¡Tanto velo ilusorio para cubrir los huecos de tu ausencia!
No, no te esfuerces más por hacerte visible probándote los vendajes de la niebla,
no trates de secarme cada lágrima con un soplo de invierno,
no intentes susurrar con el chisporroteo de los leños las viejas melodías.
Tú y yo no precisamos más evidencia que la sed
para saber que en algún lado gorgotean las aguas subterráneas.
¡Hemos andado juntas tantos años bajo estas pavorosas ruedas fulgurantes esperando un milagro!
Ahora donde quiera que estés está el milagro:
ésa es “la tierra de ninguna parte, tu verdadera patria”.
Allá está la flor de oro, la corona de luz,
el corazón secreto de la joya que late con tu corazón y alumbra las tinieblas.
No mires hacia atrás.
Asciende, asciende hasta perdernos de vista como a las migraciones de este último otoño,
como a los huesos que se disgregan en la playa.
Y olvídanos junto a la loza rota, los calendarios muertos, los zapatos;
olvídanos tiernamente, con esa fervorosa obstinacion que tú sabes,
pero olvídanos, por mucho que te cueste,
por mucho que nos duela todavía.