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jueves, 1 de diciembre de 2022

José Gervasio Artigas - Claudio Tomassini Retratos





 


ARTIGAS, PRIMER GRAN CAUDILLO ARGENTINO
Desde 1810, los intereses foráneos que apostaban al divisionismo tenían su aliado natural en la burguesía comercial de Buenos Aires, dispuesta a enriquecerse como intermediaria de un comercio sin restricciones con Europa, y con el beneficio de las rentas de la Aduana de Buenos Aires.
Contra el centralismo unitario que subordinaba el país a la política porteña, se levantó el montonero oriental José Gervasio Artigas, que debe ser considerado como el primer gran caudillo argentino.
Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones y Córdoba se unen a los orientales, formando la Liga de los Pueblos Libres. Como Protector de la Liga, Artigas luchó, junto con los jefes litoraleños, contra el centralismo porteño del Directorio.
Artigas concebía una nación federal, una federación de provincias, dentro de la cual la Banda Oriental estaría incluida, en pie de igualdad con respecto a Buenos Aires, pero con una inequívoca finalidad: el surgimiento de una nueva y poderosa nación que respetase las economías y autonomías regionales. En materia económica luchó contra el imperialismo inglés con los medios que tuvo a su alcance, por eso fue odiado por los sectores mercantiles pro-británicos de Buenos Aires y Montevideo.
Las clases altas temían que la influencia del caudillo oriental y su enorme popularidad se extendieran al resto de las provincias. Veían en la acción de Artigas un peligroso ejemplo que propugnaba un cambio social.
El reparto de tierras y ganado entre los sectores desposeídos concretado por Artigas en la Banda Oriental, bien podía trasladarse al resto del país y poner en juego la base de su poder económico.
Diferenciándose del liberalismo económico desenfrenado, Artigas promulgó el 9 de septiembre de 1815 un Reglamento de Comercio que establecía: "Que todos los impuestos que se impongan a las introducciones extranjeras, serán iguales en todas las Provincias Unidas, debiendo ser recargadas todas aquellas que perjudiquen nuestras artes o fábricas, a fin de dar fomento a la industria de nuestro territorio".
A fines de 1819, Artigas estaba entre dos fuegos; por un lado los directoriales unitarios y por el otro los portugueses. Artigas ataca el campamento portugués y es derrotado, en Tacuarembó primero y luego por Ramírez en Las Huachas. Debió marchar hacia el exilio en el Paraguay.
Allí vivió humildemente, bajo la protección de los sucesivos gobernantes paraguayos, Gaspar Rodríguez de Francia y Carlos Antonio López. Habitó en una modesta chacra donde vivió en el ostracismo por 30 años. Murió el 23 de septiembre de 1850, rodeado de indios y campesinos que lo llamaban en guaraní Caraí Marangatú, que significa ni más ni menos que "el Padre de los pobres". En el encabezado de su testamento escribió: "Yo, José Gervasio Artigas, Argentino, de la Banda Oriental"
Autor: Blas García (extracto)

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