Técnica: Acrílico sobre Tela
Medidas: 120 cm x 90 cm
Cúmplenos más bien el papel de heraldos y forjadores de una futura reconciliación del hombre con la Ciudad; de una Ciudad renovada cuyos fundamentos re-ligadoressean aceptados en la humildad, en el amor, y nunca más en el orgullo racionalista de los "desmistificadores" de la Fe. Una Ciudad donde la prudencia de los sabios o gobernantes y su mandar responsable ahoguen la lógica impía del insensato y los "declives naturales" de su análisis demoledor.
Una Ciudad donde un nuevo sentir comunitario, y el fervor de la entrega y el espíritu heroico reemplacen en los corazones el ideal del confort y eso que Max Scheler llamó "el pacifismo conformista de las domesticadas reses modernas". Una Ciudad cuya sustancia otorgue sentido y maduración a las vidas que alberga; que oponga, en fin, al eterno ¿por que no? del "juglar de las ideas" la consistencia de sus muros y la re-ligación divina de sus cimientos.
"El Silencio de Dios"
RAFAEL GAMBRA
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