martes, 21 de octubre de 2014

El hambre mata más gente que el ébola







































Durante el mismo periodo en el que el ébola ha matado a 4.000 personas, el hambre y la falta de recursos ha matado a cerca de tres millones de personas.
En el mundo hay actualmente 805 millones de personas que pasan hambre. De todas ellas cada día mueren alrededor de 10.000 personas por desnutrición.
Este viernes 17 de octubre se celebra el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza con el objetivo de seguir concienciando al mundo de la grave crisis humanitaria que suscita la desnutrición. En el mundo hay actualmente 805 millones de personas que pasan hambre. De todas ellas cada día mueren alrededor de 10.000 personas por desnutrición en el mundo. Durante el mismo periodo en el que el ébola ha matado a 4.000 personas, el hambre y la falta de recursos ha matado a cerca de tres millones de personas. Uno de los problemas con el que se están encontrando la gente que lucha contra las desigualdades en África es que el ébola copa actualmente todo el foco de atención desviándolo del hambre. Pero el mayor problema es que la psicosis que se vive en África con el ébola está provocando que muera más gente de hambre. “Las fronteras cerradas han hecho que no haya comercio, miles de personas han perdido sus puestos de trabajo, los precios de los alimentos son cada vez más altos, colegios cerrados, falta de médicos y personal sanitario… es la realidad que vivimos día a día”, explica Jorge Crisafulli, misionero salesiano responsable de Sierra Leona, Liberia, Gana y Nigeria.

África, entre el ébola y el hambre
En una población con índices de pobreza y desnutrición muy elevados, el colapso sanitario sufrido por la crisis del ébola en África solo ha provocado aumentar estos niveles hasta límites dramáticos. Guinea, epicentro del ébola, tiene una población de 11,7 millones de personas de las cuales 2,1 millones están subnutridas. Sierra Leona, otro de los países más afectados por el virus, de una población de 6,1 millones de personas, 1,6 tienen hambre. Liberia, por su parte, presenta 1,3 millones de personas subnutridas de una población total de 4,3 millones de personas. Nigeria, también afectado por el ébola, tiene 11,2 millones de personas que padecen hambre.

Para Crisafulli el ébola está teniendo una influencia directa en la propagación de la pobreza. “El ébola ha comenzado como una epidemia pero ya se ha convertido en un problema social, educativo, incluso moral”, sentencia. “La gente tiene miedo al ébola y eso ha creado que la gente se encierre en casa y deje el trabajo, con la lógica pérdida de sueldo. La gente ya no va al mercado, ya no sale a la huerta, evitan todas las relaciones comerciales, y todo por miedo al virus”, continúa. Este miedo poblacional está provocando la desaparición del comercio, los precios se han disparado y la gente no tiene dinero para comprar los productos básicos. “La gente no está infectada, está afectada”, sentencia Jorge.

En esta situación la gente se acerca a los misioneros salesianos pidiendo comida. “Antes nos pedían un trabajo, ahora nos piden arroz, legumbres, pasta. No tienen nada para comer y no se atreven a ir al mercado donde hay gran concentración de personas”, explica Jorge.

Problema educativo
La actual crisis del ébola también está generando un problema de educación, que al final también conlleva más pobreza. Los colegios están cerrados. Los 10.000 alumnos que los salesianos tienen en la zona no están pudiendo recibir clase. De hecho uno de los colegios de los salesianos ha sido transformado en un orfanato para albergar a los 300 niños huérfanos por el ébola. “Hemos creado un centro para huérfanos del ébola pero no lo hemos llamado así para que no estigmaticen a los niños de por vida. Son niños sin ébola pero cuyos padres han muerto por el virus. Le hemos puesto por nombre Centro Interino de Atención al Niño”, confiesa el misionero salesiano.

Los países afectados por el ébola también están sufriendo un problema sanitario. El ya de por si deficiente sistema sanitario se ha visto colapsado por el número de afectados por el virus y ha provocado, además, que la gente huya de los hospitales. “La gente afectada por la pobreza y por el hambre tiene que pedir ayuda o se muere. Y como ahora no quieren pedir ayuda a los hospitales, están muriendo miles de personas”, denuncia el misionero salesiano Jorge Crisafulli. Por otro lado, aunque la gente quisiera ir al hospital no puede. No existe un sistema gratuito de seguridad social, en estos países de África quien quiere ir al hospital tiene que pagar “y la gente no tiene con qué pagar”.

El ébola está generando más pobreza y más hambre, pero la pobreza de los países, es decir, unas deficientes estructuras sanitarias, también ha provocado que se propague más rápidamente el virus. “La pobreza está en la raíz de esta epidemia, por ello, es tan importante concienciarnos de que luchar contra la pobreza es luchar por el desarrollo mundial”, explica Ana Muñoz, portavoz de Misiones Salesianas.

Soluciones salesianas
Los salesianos de la zona no se conforman con denunciar la situación, también se han puesto manos a la obra para intentar solucionar el problema. Además del Centro Interino de Atención al Niño, los salesianos están organizando un nuevo proyecto para luchar contra la pobreza y el hambre en los países con ébola. Teniendo en cuenta que el reparto de comida no puede ser ilimitado por falta de recursos y que la gente no tiene dinero para comprar comida, se está ideando un sistema de huertos familiares. “Con ayuda de Argentina queremos publicar un sencillo manual en inglés en el que se explique cómo hacer una huerta familiar. Junto con el manual queremos entregar semillas para que la gente pueda plantarlas. Queremos llegar a entregar el manual y las semillas a 20.000 familias. El objetivo es que la gente pueda producir comida para sobrevivir y, si les sobra, que puedan vender”,  concluye Jorge Crisafulli.

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