Vocalista, músico y compositor que fue conocido a escala internacional como líder de la banda de rock británica Queen, pero que también desarrolló una trayectoria paralela en solitario de innegable éxito.
Ni su verdadero nombre fue Freddie Mercury, ni llegó al mundo en el Reino Unido, el país que le vio triunfar. Se llamaba Farookh Bulsara y nació el 5 de septiembre de 1946 en la isla de Zanzíbar (Tanzania), situada en la costa este de África y famosa por su producción de especias. Figura provocadora, versátil y carismática como pocas, su fallecimiento el 24 de noviembre de 1991 conmocionó al mundo de la música.
Farookh era un niño extraordinariamente guapo, tímido y muy apegado a su madre y a su hermana pequeña Kashmira, que había nacido en 1952. Sus padres, Jer y Bomi Bulsara, formaban un matrimonio de origen persa devoto del profeta Zoroastro, y decidieron enviar al niño a la India para que recibiera una buena educación. Allí quedó al cuidado de sus tíos y fue matriculado en la St. Peter's School, institución de enseñanza británica situada en Panchgani, a unas cincuenta millas de Bombay.
Muy interesado por los deportes, el joven Bulsara mostró buenas maneras como boxeador aunque, después de que su madre le animara a colgar los guantes porque resultaba una práctica demasiado violenta, cambió el ring por la mesa de ping pong y a los diez años ya era campeón escolar de la disciplina.
Como también en aquellos años de la infancia comenzó a despertar su afición por la música, siguió clases de piano e ingresó en el coro de la escuela. Convencido de sus tempranas habilidades musicales, fue el propio director del St. Peter's quien recomendó a los padres del joven que iniciara los estudios de piano. Durante este periodo de formación, el inquieto Farookh también empezó a demostrar ciertas aptitudes escénicas y participó en varias obras de teatro colegiales.
Muy pronto puso en pie su primer grupo musical, The Hectics, una banda amateur de rock and roll que prodigaba sus actuaciones en todas las fiestas y bailes del colegio. En esta formación, en la que ocupaba el puesto de pianista, le acompañaban Derrick Branche, Bruce Murray, Farang Irani y Victory Rana. Las primeras influencias musicales de Farookh llegaron de la mística música hindú, de los sonidos clásicos y algo del rock and roll que por entonces se producía en otras partes del planeta. En aquella época, sus amigos del colegio comenzaron a llamarle Freddie, traducción más o menos fiel de Farookh al inglés, y, de hecho, el propio joven firmaba en ocasiones como Frederick.
Regresó a Zanzíbar en 1962 junto a su familia, pero un par de años después, los Bulsara decidieron emigrar al Reino Unido, para huir del estallido de violencia que sufría la isla. Curiosamente, Freddie jamás volvería a su tierra natal, ni tampoco a la India; una nueva etapa de su vida comenzaba entonces en una casa de Feltham (Middlesex), cerca de Londres.
Ingresó en el Isleworth Polythecnic y, durante las vacaciones, se empleaba en trabajos eventuales para ganar un dinero extra. Hacia 1966, Freddie era un alumno de la Ealing Art School, que estudiaba para convertirse en diseñador gráfico, aunque su interés por la música no había desaparecido. Abandonó su casa y alquiló un piso en Kensington junto a un compañero llamado Chris Smith.
Por entonces también trabó muy buena amistad con Tim Staffell, otro amigo de la Ealing que formaba parte de un grupo llamado Smile, en el que tocaban Brian May y Roger Taylor. Freddie se convirtió en seguidor y fan número uno de la banda. En 1969, dejó la escuela con su diploma en artes gráficas y diseño en el bolsillo y comenzó a compartir piso con Roger, con quien acudía a un puesto del mercadillo de Kensington para vender ropa y pinturas.
En el verano de ese mismo año, Freddie empezó a cantar en un grupo de Liverpool llamado Ibex, que se había trasladado a Londres buscando fama y éxito, pero que tuvo una efímera y complicada existencia. El 23 de agosto de 1969, Freddie debutó en público junto al trío formado por Mike Bersin, John Tupp Taylor y Mick Miffer Smith. Un mes más tarde, el grupo cambió de batería y de nombre. Miffer abandonó la formación y dejó su sitio a Richard Thompson, ex componente de 1984, la banda de Brian May.
Después de esta experiencia fallida, Freddie lo intentó en otra banda llamada Sour Milk Sea, con la que contactó gracias a un anuncio del Melody Maker en el que buscaban un vocalista. A finales de 1969, Freddie era el vocalista del grupo, en el que también estaban Chris Cheney y Jeremy Rubber Gallop a la guitarra, el bajista Paul Milan y el batería Rob Tyrell. Pero esta prometedora aventura tan sólo duró unos meses porque, en abril de 1970, Smile volvió a cruzarse en su trayectoria. Su viejo amigo Tim Staffell había decidido abandonar la formación y Roger y Brian le pidieron que fuera el vocalista del grupo.
Freddie insistió en renombrar a la banda y suya fue la idea de bautizarla como Queen. Al mismo tiempo, cambió su apellido artístico y se convirtió desde ese momento en Freddie Mercury. Tras las innovaciones, el trío probó con varios bajistas hasta que en 1971 se incorporó a la formación un personaje tranquilo y sosegado, John Deacon.
El logotipo, otra de las señas de identidad de Queen, fue también una creación del vocalista, que dejó patentes sus dotes como imaginativo diseñador. La imagen presentaba los cuatro signos del zodíaco de los miembros de la banda (dos leones por Roger y John, los dos leos del grupo, el cangrejo por el signo cáncer de Brian May y las ninfas que identificaban el signo virgo de Freddie) alrededor de una gigantesca Q y, sobre todo ello, el ave fénix, que saludaba el nacimiento del grupo de las cenizas de otras formaciones. También desde el primer momento fue Freddie el impulsor de la imagen visual de la formación, con su personalísima puesta en escena y su inconfundible vestuario. El resto pertenece a la historia de Queen.
Un hecho importante en la vida privada de Mercury tuvo lugar en 1970; fue entonces cuando conoció a Mary Austin, con quien convivió durante siete años y con quien conservaría una buena amistad hasta el momento de su muerte. Curiosamente, antes de que Queen editara su primer disco, Freddie lanzó en solitario un tema llamado I can hear music, bajo el nombre de Larry Lurex.
Casi una década después, cuando ya había paladeado las mieles del éxito con Queen, Mercury hizo realidad otro de sus sueños. Siempre había sido un apasionado de la danza y el 7 de octubre de 1979 actuó con el Royal Ballet, para interpretar y bailar Bohemian Rhapsody y Crazy little thing called love.
La vida de excesos derivada de la fama y el éxito fue una leyenda que acompañó inevitablemente a Freddie Mercury y sus fiestas fueron siempre sonadas, pero también se reconoció al músico por ser un gran amigo de sus amigos. Hacia finales de los setenta rompió su relación sentimental con Mary Austin y comenzaron a surgir rumores sobre su cambio de orientación sexual. Los comentarios arreciaban apoyados por el cambio radical de imagen que mostró el músico hacia 1980. Cortó al mínimo su larga cabellera y se dejó crecer un gran bigote, imitando la estética gay muy de moda en los bares de San Francisco y que fielmente habían reflejado los famosos Village People.
A finales de 1982, Queen hizo un paréntesis en su carrera y dio libertad a los miembros de la banda para que pusieran en marcha sus respectivos proyectos paralelos. Mercury alquiló los estudios Musicland de Munich y, junto al productor Mack, entró en ellos para grabar su primer álbum en solitario. Durante este período, conoció también a toda una leyenda en el mundo de la producción musical, el gran Giorgio Moroder, padre del "electro disco".
En aquellos días, Moroder trabajaba en la banda sonora de la versión restaurada de Metrópolis, película mítica dirigida por Fritz Lang, y le pidió a Freddie que colaborara en un tema; el resultado fue Love kills, compuesta por ambos e interpretada por Mercury. El single, el primero firmado en solitario como Freddie Mercury, salió al mercado el 10 de septiembre de 1984, logró un éxito importante y le sirvió como trampolín para su siguiente trabajo.
Pocos meses antes del lanzamiento del single se había producido otro encuentro casual en la vida de Mercury que derivaría, en el futuro, en una sorprendente colaboración musical. En el mes de mayo de 1983 asistió al Royal Opera House de Londres para ver una representación de Un ballo di maschera, del compositor italiano Giuseppe Verdi, y cuentan que quedó cautivado por la belleza de la voz de la diva catalana Monserrat Caballé.
El 9 de abril de 1985 llegó a las tiendas el adelanto de su primer disco de larga duración, el sencillo I was born to love you, y, tres semanas más tarde, se presentó el álbum Mr. Bad Guy, ambos editados por CBS Records. Los resultados comerciales fueron excelentes y el 13 de julio de ese mismo año los muchos seguidores de Mercury pudieron contemplar su memorable actuación durante el concierto Live Aid en el estadio de Wembley.
A comienzos de 1987, Freddie entró en los estudios Townhouse de Londres para grabar algunas canciones. De esas sesiones nació el remake de The great pretender, un gran tema que The Platters había popularizado años atrás. A la venta desde el 23 de febrero de ese año, el trabajo se anotó un nuevo éxito en la ya larga lista del triunfante músico.
Un mes después, Mercury voló a Barcelona para conocer personalmente a aquella diva del bel canto que le cautivó años atrás. Monserrat Caballé recibió con agrado una casete con algunos temas del polifacético Mercury e incluso llegó a interpretar uno de ellos en el Covent Garden londinense. Un mes más tarde, comenzaron a trabajar en la edición de su disco conjunto, y a finales de mayo, ambos cantaron en directo el tema Barcelona en la discoteca Ku de Ibiza. El 8 de octubre de 1988 repitieron actuación en el festival La Nit de la Ciudad Condal, excelente presentación para el álbum Barcelona que se editó dos días después.
Aquélla fue la última actuación en directo de Freddie Mercury. Aun sin anunciar la enfermedad, el deterioro de su estado físico era cada vez más evidente y Mercury se recluyó en su casa de Kensington, espaciando cada vez más sus apariciones. Ocultó su tragedia incluso a sus propios compañeros de grupo y tan sólo un día antes de su muerte anunció públicamente que desde 1986 padecía SIDA.
Murió en su cama a las siete de una fría tarde del día 24 de noviembre de 1991 como consecuencia de una neumonía que no pudo superar. Con tan sólo cuarenta y cinco años, el gran Freddie Mercury dijo adiós a la vida que tan intensamente había disfrutado y fue enterrado en una ceremonia íntima, conforme al rito Zoroastro.
La muerte de Mercury conmocionó el panorama mundial de la música y los homenajes se sucedieron uno tras otro. El 20 de abril de 1992 se celebró uno de los más emotivos en el Wembley Arena de Londres. Estrellas del firmamento pop y rock, como Elton John, Guns N' Roses, Seal, Metallica, David Bowie, Robert Plant, Roger Daltrey, George Michael y Liza Minnelli, se reunieron para rendir un cálido tributo al cantante desaparecido.
No obstante, sus seguidores recibieron el mejor regalo póstumo con la edición del Made in heaven de Queen, trabajo en el que pudieron escuchar las últimas canciones que Freddie compuso antes de morir. También en 1992 se editó The great pretender, un álbum en el que se mezclaba material de Mr. Bad Guy con algún tema inédito y alguna rareza de su discografía. En el año 2000 se desveló la intención de editar una mastodóntica recopilación de diez discos compactos, cuyo anticipo fue el triple Freedie Mercury Solo.
En septiembre de 2006, coincidiendo con el que sería el 60º cumpleaños del cantante, se llevaron a cabo varios homenajes, entre ellos una recopilación realizada por la discográfica EMI que, con el título de The very best of Freddie Mercury, hizo un repaso por la mejores canciones originales de Mercury, así como un segundo CD con rarezas y remezclas hechas por otros artistas.
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