martes, 29 de julio de 2014

Robin Wood







































Reconocido internacionalmente como uno de los más importantes guionistas, Robin Wood entregó por años una cantidad impresionante de historias de los más variados géneros, personajes que supieron cosechar una multitud de seguidores y que están entre lo más importante de la historieta argentina.

En la historia de Robin Wood las nacionalidades se confunden, tan diversas como los orígenes de sus personajes. De ascendencia irlandesa, nació en 1944 en Paraguay, en el seno de una colonia de inmigrantes australianos. Unos años después se traslada con su madre a Argentina, por unos tres años, para volver luego a Paraguay. En la adolescencia trabaja en diversas actividades en distintos lugares, como camionero recorre Paraguay y Brasil. Por entonces, la embajada francesa en Paraguay ofrece un premio por un análisis de la cultura y el arte de Francia. Wood, de instrucción básica pero gran lector, gana el concurso. Luego es tomado por el diario El Territorio como corresponsal en Buenos Aires, donde tiempo después se convertirá en exitoso guionista de historietas. Una vez conseguido el éxito profesional, Wood se dedica a recorrer el mundo, viviendo meses en distintas ciudades. Casado con Anne-Mette, una danesa con quien tuvo cuatro hijos, se radicó en Dinamarca.

Pero antes de convertirse en escritor, debió trabajar en fábricas, por unos cinco o seis años, luego de llegar como corresponsal a la Argentina. Dato curioso, quien se convertiría en uno de los guionistas más importantes quería por ese entonces ser dibujante. Y comienza a estudiar dibujo, ocasión en que conoce a Lucho Olivera, compañero de estudios y charlas. Olivera ya trabajaba en Editorial Columba, y no estaba conforme con los guiones que recibía para dibujar; le propone a Wood que escriba algún guión, de sumeriología, afición que compartían. Robin le entrega tres guiones.

Lucho entregó los guiones, que fueron aceptados, aunque no pudo contactar al autor. Un día, el novato guionista se sorprendió al encontrar su nombre en una de las revistas de la editorial. La primera historieta que le publicaron fue Aquí la retirada, bélica con dibujos de Lucho Olivera, en el número 135 de la revista D´artagnan, en octubre de 1966.
Robin Wood fue a la editorial y con asombro descubrió que la paga por sus guiones era varias veces superior a su salario. Fue el comienzo de su imparable carrera.

De la afición compartida con Olivera por los sumerios surge otra historieta, Historia para Lagash, aparecida en el Nº 151 de D´artagnan, en mayo de 1967.
Es el origen de uno de los personajes más importantes de Argentina: Nippur de Lagash.

Su segundo gran personaje es Dennis Martin. El primer capítulo apareció en el número 157 de D´artagnan, dibujado por Lucho Olivera, para ser continuado a partir del segundo por Lito Fernández.
Dennis Martin es un espía al estilo James Bond, que recorre el mundo en sus  aventuras, experto en lanzar cuchillos y, por supuesto, mujeriego. Una de sus "chicas" es Grace Henrichsen, también espía, que tuvo su propia serie.

Tras su aceptación como guionista intentó probar suerte como dibujante, presentando Hjalmar, una historieta de vikingos. La historieta fue rechazada y se le sugirió que siguiera escribiendo. Hjalmar fue publicada tiempo después en D´artagnan 212, dibujada por Mulko.
De la inventiva de Robin Wood surge una gran cantidad de personajes y series, de diversos géneros, conformando una producción asombrosa, pilar de Editorial Columba. Así, las revistas de la editorial se pueblan con títulos que ganan el favor del público: Jackaroe, Savarese, Mark, Big Norman, Or-Grund, Dax, Wolf, Morgan, El Cosaco, Aquí la Legión, Kozakovich & Connors, Mojado, Los amigos, Helena, entre muchos otros.

Wood también practicó el género humorístico. Mi novia y yo, con dibujos de Carlos Vogt, comenzó como un unitario basado en algunas anécdotas personales; la aceptación del público hizo que se convirtiera en una serie. Otro éxito fue Pepe Sánchez, también con Vogt, una parodia de las series de espías, llevada a cabo por un displicente agente porteño.

La calidad de su variada producción obtuvo reconocimiento en la Bienal de historieta de Córdoba, con la medalla de Oro al mejor guionista.
Junto a los hermanos Villagrán crea el estudio Nippur IV, usina productora de historietas.
Los guiones de Wood ocupaban una parte importante de las cuatro revistas de Editorial Columba: El Tony, Intervalo, Fantasía y D´artagnan. Se consideró que no era bueno que su nombre se repitiera tanto en el índice, por lo que empezó a firmar con seudónimos como Robert O'Neill, Mateo Fussari, Roberto Monti, Noel Mc Leod, Joe Trigger, Carlos Ruiz y... Cristina Rudlinger. Según Wood: "Yo fui la primera escritora femenina de historietas".  Debió también aclarar varias veces que su propio nombre no es un seudónimo, y que Robin Wood es una sola persona, y no un grupo que escribe bajo esa denominación.

En 1972 Columba lanza comic-books para competir con el formato de las revistas mexicanas que ingresaban al mercado argentino. Entre los personajes elegidos están Nippur de Lagash y Dennis Martin.
En 1974 colabora fuera de Columba, en la recién nacida Skorpio, con historietas de terror dibujadas por Lalia.
A fines de 1979 aparece Nippur Magnum, nueva revista de la Editorial Columba, que toma para su nombre el de la creación más famosa de Wood.

Unos meses más tarde, en Nippur Magnum Todo Color, debuta Dago, con dibujo de Alberto Salinas. Dago, el noble veneciano convertido en esclavo, es otro de sus grandes personajes con repercusión internacional, sobre todo en Italia, donde tuvo múltiples ediciones.

En los 80, ya radicado en Europa y con su prestigio asentado, crea la Editorial Wood, con la que edita la revista Mark 2000, donde publica sus ya conocidas creaciones.

En 1982 comienza a ser publicado en Italia por Eura Editoriale, en las revistas Skorpio y Lanciostory. También en Italia su serie Helena es adaptada a la televisión.

En 1997 recibió el premio Yellow Kid por su trayectoria, en el XX Salone Internazionale del Comics de Lucca, el premio más importante entregado en el mundo de la historieta.
En los dos años siguientes el Yellow Kid va a manos de los dibujantes de Dago, Alberto Salinas y Carlos Gómez.

La producción de Wood no se detiene y nuevos personajes y series se suceden, publicando en Europa. Algunos de ellos: Drácula, Martin Hel, Danske, Starlight, Merlin, Amanda. Dago es un enorme suceso en Italia, y al igual que Martin Hel se publica en álbumes.
En 2000 recibe Gran Premio del Festival Internacional del Cómic de Lucca, por Dago, El Jenízaro Negro. También recibe el Yellow Kid por los guiones para el Libro del Centenario, diez historietas que recorren el siglo.

Tras cancelar todas sus revistas, Editorial Columba decide lanzar comic-books a fines de 2000, apelando para ello a los importantes personajes de su guionista estrella. Nippur de Lagash, Dennis Martin, Sabarese, Mark y Gilgamesh son las series con que la editorial intenta sobrevivir, sin suerte.
También se edita Lo mejor de Robin Wood, que en tres números recoge los primeros trabajos del guionista, algunas curiosidades y el origen de algunos personajes.







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