Reconocido Internacionalmente como uno de los más importantes guionistas, Robin Wood entregó por años una cantidad impresionante de historias de los más variados géneros, personajes que supieron cosechar una multitud de seguidores y que están entre lo más importante de la historieta argentina.
En la historia de Robin Wood
las nacionalidades se confunden, tan diversas como los orígenes de sus
personajes. De ascendencia irlandesa, nació en 1944 en Paraguay, en el seno de
una colonia de inmigrantes australianos. Unos años después se traslada con su
madre a Argentina, por unos tres años, para volver luego a Paraguay. En la
adolescencia trabaja en diversas actividades en distintos lugares, como
camionero recorre Paraguay y Brasil. Por entonces, la embajada francesa en
Paraguay ofrece un premio por un análisis de la cultura y el arte de Francia.
Wood, de instrucción básica pero gran lector, gana el concurso. Luego es tomado
por el diario El Territorio como corresponsal en Buenos Aires, donde tiempo
después se convertirá en exitoso guionista de historietas. Una vez conseguido
el éxito profesional, Wood se dedica a recorrer el mundo, viviendo meses en
distintas ciudades. Casado con Anne-Mette, una danesa con quien tuvo cuatro
hijos, se radicó en Dinamarca.
Pero antes de convertirse en
escritor, debió trabajar en fábricas, por unos cinco o seis años, luego de
llegar como corresponsal a la Argentina. Dato curioso, quien se convertiría en
uno de los guionistas más importantes quería por ese entonces ser dibujante. Y
comienza a estudiar dibujo, ocasión en que conoce a Lucho Olivera, compañero de
estudios y charlas. Olivera ya trabajaba en Editorial Columba, y no estaba
conforme con los guiones que recibía para dibujar; le propone a Wood que
escriba algún guión, de sumeriología, afición que compartían. Robin le entrega
tres guiones.
Lucho entregó los guiones,
que fueron aceptados, aunque no pudo contactar al autor. Un día, el novato
guionista se sorprendió al encontrar su nombre en una de las revistas de la
editorial. La primera historieta que le publicaron fue Aquí la retirada, bélica
con dibujos de Lucho Olivera, en el número 135 de la revista D´artagnan, en
octubre de 1966.
Robin Wood fue a la editorial
y con asombro descubrió que la paga por sus guiones era varias veces superior a
su salario. Fue el comienzo de su imparable carrera.
De la afición compartida con
Olivera por los sumerios surge otra historieta, Historia para Lagash, aparecida
en el Nº 151 de D´artagnan, en mayo de 1967.
Es el origen de uno de los
personajes más importantes de Argentina: Nippur de Lagash.
Su segundo gran personaje es
Dennis Martin. El primer capítulo apareció en el número 157 de D´artagnan,
dibujado por Lucho Olivera, para ser continuado a partir del segundo por Lito
Fernández.
Dennis Martin es un espía al
estilo James Bond, que recorre el mundo en sus aventuras, experto en
lanzar cuchillos y, por supuesto, mujeriego. Una de sus "chicas" es
Grace Henrichsen, también espía, que tuvo su propia serie.
Tras su aceptación como
guionista intentó probar suerte como dibujante, presentando Hjalmar, una
historieta de vikingos. La historieta fue rechazada y se le sugirió que
siguiera escribiendo. Hjalmar fue publicada tiempo después en D´artagnan 212,
dibujada por Mulko.
De la inventiva de Robin Wood
surge una gran cantidad de personajes y series, de diversos géneros, conformando
una producción asombrosa, pilar de Editorial Columba. Así, las revistas de la
editorial se pueblan con títulos que ganan el favor del público: Jackaroe,
Savarese, Mark, Big Norman, Or-Grund, Dax, Wolf, Morgan, El Cosaco, Aquí la
Legión, Kozakovich & Connors, Mojado, Los amigos, Helena, entre muchos
otros.
Wood también practicó el
género humorístico. Mi novia y yo, con dibujos de Carlos Vogt, comenzó como un
unitario basado en algunas anécdotas personales; la aceptación del público hizo
que se convirtiera en una serie. Otro éxito fue Pepe Sánchez, también con Vogt,
una parodia de las series de espías, llevada a cabo por un displicente agente
porteño.
La calidad de su variada
producción obtuvo reconocimiento en la Bienal de historieta de Córdoba, con la medalla
de Oro al mejor guionista.
Junto a los hermanos
Villagrán crea el estudio Nippur IV, usina productora de historietas.
Los guiones de Wood ocupaban
una parte importante de las cuatro revistas de Editorial Columba: El Tony,
Intervalo, Fantasía y D´artagnan. Se consideró que no era bueno que su nombre
se repitiera tanto en el índice, por lo que empezó a firmar con seudónimos como
Robert O'Neill, Mateo Fussari, Roberto Monti, Noel Mc Leod, Joe Trigger, Carlos
Ruiz y... Cristina Rudlinger. Según Wood: "Yo fui la primera escritora
femenina de historietas". Debió también aclarar varias veces que su
propio nombre no es un seudónimo, y que Robin Wood es una sola persona, y no un
grupo que escribe bajo esa denominación.
En 1972 Columba lanza
comic-books para competir con el formato de las revistas mexicanas que
ingresaban al mercado argentino. Entre los personajes elegidos están Nippur de
Lagash y Dennis Martin.
En 1974 colabora fuera de
Columba, en la recién nacida Skorpio, con historietas de terror dibujadas por
Lalia.
A fines de 1979 aparece
Nippur Magnum, nueva revista de la Editorial Columba, que toma para su nombre
el de la creación más famosa de Wood.
Unos meses más tarde, en
Nippur Magnum Todo Color, debuta Dago, con dibujo de Alberto Salinas. Dago, el
noble veneciano convertido en esclavo, es otro de sus grandes personajes con
repercusión internacional, sobre todo en Italia, donde tuvo múltiples
ediciones.
En los 80, ya radicado en
Europa y con su prestigio asentado, crea la Editorial Wood, con la que edita la
revista Mark 2000, donde publica sus ya conocidas creaciones.
En 1982 comienza a ser
publicado en Italia por Eura Editoriale, en las revistas Skorpio y Lanciostory.
También en Italia su serie Helena es adaptada a la televisión.
En 1997 recibió el premio
Yellow Kid por su trayectoria, en el XX Salone Internazionale del Comics de
Lucca, el premio más importante entregado en el mundo de la historieta.
En los dos años siguientes el
Yellow Kid va a manos de los dibujantes de Dago, Alberto Salinas y Carlos
Gómez.
La producción de Wood no se
detiene y nuevos personajes y series se suceden, publicando en Europa. Algunos
de ellos: Drácula, Martin Hel, Danske, Starlight, Merlin, Amanda. Dago es un
enorme suceso en Italia, y al igual que Martin Hel se publica en álbumes.
En 2000 recibe Gran Premio
del Festival Internacional del Cómic de Lucca, por Dago, El Jenízaro Negro.
También recibe el Yellow Kid por los guiones para el Libro del Centenario, diez
historietas que recorren el siglo.
Tras cancelar todas sus
revistas, Editorial Columba decide lanzar comic-books a fines de 2000, apelando
para ello a los importantes personajes de su guionista estrella. Nippur de
Lagash, Dennis Martin, Sabarese, Mark y Gilgamesh son las series con que la
editorial intenta sobrevivir, sin suerte.
También se edita Lo mejor de
Robin Wood, que en tres números recoge los primeros trabajos del guionista,
algunas curiosidades y el origen de algunos personajes.
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