Existe
una ley básica denominada Ley de Periodicidad o Ley de Ciclos, todos los
Pueblos Antiguos conocían de esta, nuestros aborígenes le rinden tributo a
través de la ceremonia a la Pachamama, esta ley rige toda la manifestación (“Todo
en el Universo está en evolución y va desde lo más simple a lo más complejo y
organizado, según tiempos y ritmos cíclicos”) ya sea la de un Logos Solar, por
intermedio de un Sistema Solar, o la de un ser humano por medio de una forma
humana. Esta Ley controla similarmente a todos los Reinos de la Naturaleza. (El
mundo Natural se mueve en ritmos, secuencias, y ciclos – el paso de las
estaciones, el movimiento de las Estrellas, la subida y el flujo de las
mareas).
Cada
vida manifestada tiene tres grandes Ciclos:
Nacimiento
- Vida - Muerte
Involución
- Evolución - Oscuración
Movimiento
Inerte - Actividad - Movimiento Rítmico
Vida
Tamasica - Vida Rajasica - Vida Sattvica
Hay
un flujo y reflujo en toda la Naturaleza y en la marea del océano vemos la
maravillosa representación de una Ley Eterna.
A
medida que el ser se ajusta a las mareas de la vida, empieza a darse cuenta que
existe un constante flujo, vitalización y estimulo, seguido por el reflujo
inevitable y seguro de las inmutables leyes de la Fuerza.
La
totalidad de la vida no tiene que estar concentrada en un violento y continuo
periodo de trabajo, ni tampoco comprenderse como una eterna siesta. Tiene
normalmente su propio latido rítmico y vibración y su propia y especial
pulsación.
Alguna
vidas cambian su ritmo y modo de actividad cada siete años otras cada nueve u
once años. Aun otras actúan en ciclos más cortos con meses de enérgicos
esfuerzos seguidos de meses de aparente inactividad. Algunas personas están tan
sensiblemente organizadas que en medio del trabajo, acontecimientos y
circunstancias, se ven forzadas a un retiro temporario en el que asimilan las
lecciones aprendidas durante el precedente periodo de trabajo.
El
crecimiento constituye un largo periodo de construcción, para una final destrucción, de organización para una posterior desorganización, de desarrollo
de ciertos procesos rítmicos , a fin de romperlos y luego obligar al antiguo
ritmo a que ceda su lugar a otro nuevo.
Que
en este ciclo que comienza tengamos la capacidad y la valentía de distinguir en que etapa de nuestras vidas nos encontramos
parados, para así obrar en consecuencia a la misma abandonando viejas
estructuras que nos limitan para continuar en el camino. Feliz nuevo ciclo,
feliz nueva oportunidad de crecer y de ser mejores personas y de esta forma
contribuir con nuestro pequeño aporte al bien común teniendo como herramienta
la buena voluntad y la Fraternidad.