Umberto Eco (Alessandria, Italia, 5 de enero de 1932 -
Milán, 19 de febrero de 2016)
Semiólogo y escritor italiano. Se doctoró en Filosofía en
la Universidad de Turín, con L. Pareyson. Su tesis versó sobre El problema
estético en Santo Tomás (1956), y su interés por la filosofía tomista y la
cultura medieval se hace más o menos presente en toda su obra, hasta emerger de
manera explícita en su novela El nombre de la rosa (1980). Desde 1971 ejerce su
labor docente en la Universidad de Bolonia, donde ostenta la cátedra de
Semiótica.
Se pueden definir dos presupuestos clave en la amplia
producción del autor: en primer lugar, el convencimiento de que todo concepto
filosófico, toda expresión artística y toda manifestación cultural, de
cualquier tipo que sean, deben situarse en su ámbito histórico; y en segundo
lugar, la necesidad de un método de análisis único, basado en la teoría
semiótica, que permita interpretar cualquier fenómeno cultural como un acto de
comunicación regido por códigos y, por lo tanto, al margen de cualquier
interpretación idealista o metafísica.
Teniendo en cuenta este planteamiento, se puede
comprender el porqué de la variedad de los aspectos analizados por Umberto Eco,
que abarcan desde la producción artística de vanguardia, como en Obra abierta
(1962), hasta la cultura de masas, como en Apocalípticos e integrados (1964) o en
El superhombre de masas (1976).
A la sistematización de la teoría semiótica dedicó, sobre
todo, el Tratado de semiótica general (1975), publicado casi al mismo tiempo en
Estados Unidos con el título de A Theory of Semiotics, obra en la que el autor
elabora una teoría de los códigos y una tipología de los modos de producción
sígnica.
Durante los años del auge del estructuralismo, Eco
escribió, enfrentándose a una concepción ontológica de la estructura de los
fenómenos naturales y culturales, La estructura ausente (1968), que alcanza su
óptima continuación en Lector in fabula (1979). En esta última obra,
efectivamente, se afirma que la comprensión y el análisis de un texto dependen
de la cooperación interpretativa entre el autor y el lector, y no de la preparación
y de la determinación de unas estructuras subyacentes, fijadas de una vez por
todas.
Algunos conceptos básicos del Tratado, en cambio, fueron
estudiados nuevamente, discutidos y, en ocasiones, modificados por el propio
autor en una serie de artículos escritos para la Enciclopedia Einaudi y
recogidos después en Semiótica y filosofía del lenguaje (1984). El concepto de
signo, especialmente, abandonando el modelo propio "de diccionario"
por un modelo "de enciclopedia", ya no aparece como el resultado de una
equivalencia fija, establecida por el código, entre expresión y contenido, sino
fruto de la inferencia, es decir, de la dinámica de las semiosis.
A estas obras teóricas se añaden los volúmenes en los que
Umberto Eco ha reunido escritos de circunstancia y artículos de actualidad,
tales como Diario mínimo (1963), que contiene los conocidos Elogio di Franti y
Fenomenologia di Mike Bongiorno; Il costume di casa (1973); Dalla periferia
dell'impero (1976) y Sette anni di desiderio (1983).
En 1980 dio a conocer la novela El nombre de la rosa,
antes citada, de ambientación medieval e inspirada en el subgénero policiaco,
en cuyas páginas se combinan a la perfección todos los temas teóricos de la
obra de Eco, con una adecuada reconstrucción histórica como escenario de una
imaginativa trama y de un sólido arte narrativo.
Se trata de un denso relato que transcurre en una abadía
medieval italiana y donde, con una estructura similar a la de las novelas
policiacas, el protagonista, un fraile inglés llamado Guillermo de Baskerville,
indaga en una serie de asesinatos y llega a descubrir al autor y a los
inductores de todos ellos.
Este largo relato, escrito bajo la advocación de J. L.
Borges (convertido en el bibliotecario ciego de la narración), es un genial
pastiche de diversas formas literarias: la novela negra, el género histórico,
la imitación de estilos medievales o humorísticos de la historieta
contemporánea. Gran parte del éxito de la obra, que se convirtió en un
best-seller europeo, reside en la perfección de la escritura, que mezcla con
habilidad las citas con los materiales originales, dando forma a un paradójico
catálogo de la posmodernidad, en la que cualquier creación nace del
sentimiento, según Eco, de que "todo ya ha sido dicho y escrito".
El péndulo de Foucault (1988), el segundo relato del
autor, intentó recrear la tradición hermética, ocultista y masónica como
metáfora de la irracionalidad superviviente en los contemporáneos movimientos
terroristas y en las mafias económicas. Aunque también traducido y vendido en
todo el mundo, no gozó del favor de los críticos y los lectores. Como tampoco
despertó juicios favorables La isla del día antes (1994), su última novela
publicada. En mayo de 2000 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias.
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